Hacer ganchillo aporta un montón de beneficios para la salud, tanto física como mental. Y es que este acto tan sencillo ayuda a controlar la frecuencia cardíaca, la tensión muscular y la presión arterial, poniendo en funcionamiento distintas áreas del cerebro, como son la motora, la sensitiva, la visual, la auditiva y la del lenguaje. Entre esos beneficios, destacar:
Alivia la depresión y mejora el humor: hay estudios que demuestran que el movimiento repetitivo que se realiza al tejer libera serotonina, un antidepresivo natural.
Reduce la ansiedad y el insomnio: favorece que la mente se tranquilice, llegando a un estado de relajación que disminuye los niveles de cortisol (la hormona del estrés), lo que predispone a conciliar el sueño con más facilidad.
Mejora la autoestima y la creatividad: crear cosas nuevas para uno/a mismo/a o para las personas queridas siempre es gratificante, ya que convertir un trozo de hilo en algo útil es una capacidad que no todo el mundo tiene. Además, la posibilidad de realizar labores variadas despierta la creatividad.
Mantiene en forma el cerebro: mejora las habilidades cerebrales, especialmente las habilidades matemáticas, las neuronas se estimulan y mantienen activas, potencia la capacidad de concentración, la paciencia y la perseverancia, desarrolla la concentración, etc.
Ayuda a desarrollar destreza y habilidades motoras: este ejercicio repetitivo permite conservar la agilidad de las manos, manteniendo las articulaciones de los dedos flexibles y los músculos de las manos y brazos tonificados.
Favorece las relaciones sociales: generalmente, tener una pasión común crea un vínculo al instante.
En este taller no hay profesor/a que lo guíe, sino que se trata de un espacio de encuentro de personas con una afición común, un grupo de ayuda mutua en el que compartir experiencias, trucos y claves sobre este apasionante mundo.
Pendiente de programar.
x
Esta página web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar el contenido ofrecido.